
Poner un cazo con agua, una cucharadita de sal y dos cucharadas de vinagre. El vinagre se pone para que la clara no se desparrame.
Con unas varillas, o una cuchara, hacer un remolino en el centro y dejar caer el huevo cuando el agua esta girando. El agua debe hervir muy despacio.
Para que nos resulte más fácil, colocar el huevo en un cazo. En cuanto cuaje la clara, sacar con ayuda de una espumadera. La yema debe quedar cruda. Poner sobre papel de cocina para que elimine el agua.