Las pechugas de pollo están muy ricas pero cuando se cocinan tienden a quedar muy secas. Os voy a dar un truco muy sencillo para que esto no os ocurra y os salgan muy jugosas.
Cortar las pechugas en dados y dejar macerando en un bol cubiertas de leche. También podéis poner algunos ingredientes que les den sabor como perejil, pimienta, cayenas o lo que más os guste, cualquier especia o hierba aromática.
Escurrir.
En una sartén bien caliente con un poco de aceite freír las pechugas.
Dorarlas según gustos, no demasiado para que no se sequen. Eliminar el perejil y las cayenas, salar y listo. Veréis lo jugosas que se os quedan.
Dentro de la categoría de varios, en acompañamientos, podéis encontrar muchas ideas para acompañarlas.
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