Los robellones o níscalos ( Lactarius deliciosus ) son las setas más buscadas y consumidas en España, son mis favoritas. Ahora estamos en plena temporada. Son fáciles de identificar debido a su color anaranjado y copa ancha. Además al cortarlas sueltan un característico líquido anaranjado.
Si vais a coger setas, es importante saber que se tienen que cortar por la base con una navaja y depositarlas en una cesta de mimbre para que las esporas vayan cayendo y de esta manera al año siguiente tengamos más.
Los níscalos se empiezan a formar en invierno y permanecen bajo tierra hasta que asoman al otoño siguiente. Para desarrollarse necesitan mucha humedad en la tierra y que se produzcan lluvias durante junio, julio y agosto. Lo ideal son las tormentas de verano que duran 2-3 horas y que se repiten 2-3 veces durante 15-20 días. En el caso del crecimiento de las setas, el granizo es beneficioso, cosa que no ocurre con las frutas y hortalizas. A las 3 semanas de producirse estas lluvias, y si la temperatura del suelo no ha bajado de los 9º, comienzan a aparecer los primeros robellones. Los primeros aparecen en las zonas más altas y a medida que avanza el invierno los encontraremos en zonas más bajas, incluso a nivel del mar, pero siempre en zonas muy húmedas. Estas setas son capaces de permanecer bajo tierra durante 2 años por lo que si un año no ha llovido, y por tanto ha sido malo en la obtención de setas, el siguiente será muy bueno ya que tendremos un montón de setas latentes esperando salir.
Estas setas son ideales para los vegetarianos ya que contienen muchas proteínas, vitaminas y minerales. Tienen muy pocas calorías, no aportan grasas y muy pocos hidratos de carbono.
Es importante saber que no son recomendables para personas con problemas de tiroides, por su contenido en yodo ( son una de las pocas fuentes no marinas de este mineral ), ni para personas con problemas renales y gota, por su alto contenido en purinas.
Para limpiarlas nunca se deben sumergir en agua ya que ya contienen bastante humedad. Hay que limpiarlas con un paño húmedo, ligeramente mojado con agua, e ir frotando la copa con cuidado de no romperla.
Vamos a hacer unos robellones al horno, se hacen en un momento y son buenísimos para acompañar carnes o pescados, o simplemente para comer solos.
INGREDIENTES:
- Robellones o níscalos
- Perejil
- Ajo
- Aceite de oliva 0,4º
- Sal Maldom
Precalentar el horno a 220º, arriba y abajo.
Mientras tanto limpiar las setas con un paño húmedo. Cortar el tallo.
En una cazuela de barro colocarlas con la copa hacia abajo. Regar con un poco de aceite y añadir unas lascas de sal.
Meter en el horno 10 minutos.
Picar ajo y perejil.
Sacar del horno y espolvorear con el ajo y perejil.
En solo 10 minutos unas setas sanísimas y riquísimas!!!!!!
Además lo podéis tener preparados en la fuente y meter en el horno en el último momento.
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