Nunca había hecho las costillas de cerdo al horno de esta manera, y me han encantado. Quedan super tiernas. Se hacen con si fuera en papillote, envueltas en papel de aluminio y con el horno a baja temperatura, 150º. Es muy, muy fácil de hacer, lo único es que tenéis que tener tiempo.
Las vamos a embadurnar con salsa cajún. Esta salsa se puede comprar hecha en la mayoría de los supermercados, o comprar solamente lo que son las especias. Yo en este caso he utilizado las especias, que compré en una tienda de productos americanos.
INGREDIENTES 1P:
- Medio costillar de cerdo ( unas 5 costillas = 400 g )
- 1 cucharada de sazón cajún
- 4 cucharadas de aceite de oliva 0,4º
El costillar, por la parte de los huesos, tiene una pequeña telita de grasa. Si se elimina, la carne queda mucho más jugosa. Es muy fácil. Meter un cuchillo entre los huesos y esta telilla. Para separarla, tirar de ella y fácilmente se desprenderá. Si se rompe, no pasa nada, volver a utilizar el cuchillo para repetir la operación.
Mezclar el sazón cajún con el aceite. Si habéis comprado la salsa, esto no hace falta.
En una fuente de horno, poner papel de plata, y encima el costillar untado por los dos lados con la salsa cajún. Envolver la carne con el papel, cerrando bien los bordes para que no se salgan los jugos.
Meter en el horno, precalentado a 150º, 2 horas.
Sacar del horno. Abrir el paquete y eliminar el papel de plata. Tener cuidado para que no se os rompa el costillar, ya que como veréis, esta super tierno.
Subir la temperatura del horno al máximo, y volver a meter la carne. Primero por el lado de los huesos, 2 minutos.
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Dar la vuelta y dejar 4 minutos más.
Servir acompañado de unas patatas fritas.
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