
En muchas ocasiones tenemos prejuicios y pensamos que algunos platos son muy complicados.
Vamos a cocinar un centollo, o mejor dicho centolla ya que es hembra, y veréis que es mucho más sencillo de lo que pensabais.
Lo podéis hacer simplemente cocido o bien relleno.
Mi consejo es que lo cocinéis relleno ya que está delicioso.

El macho, centollo, tiene la tapa que cubre la parte inferior triangular y la hembra, centolla, la tiene más redonda. Aunque el macho suele tener más carne y con un sabor más intenso, es mejor la centolla ya que tiene el coral que es riquísimo.

Para que sea similar al agua de mar, ponemos 70g de sal por litro de agua.
También añadimos 2 hojas de laurel.

Poner a cocer durante 15 minutos.
Si se cocina vivo, se introduce en el agua fría y se cuenta el tiempo desde que empieza a hervir el agua.
Si se cocina muerto, cuando comience el agua a hervir introducimos la centolla y dejamos 15 minutos. Siempre con el caparazón hacia abajo para que no pierda los jugos.

Sacamos y la ponemos en un bol con agua y hielo para cortar la cocción, otra vez con el caparazón hacia abajo.

Escurrimos.
Eliminamos la tapa inferior. Tirar de ella hacia arriba.

Quitar todas las barbas.

Tiramos del caparazón para separarlo de la carne y las patas. Tener cuidado de no perder el agua que contiene ya que la utilizaremos posteriormente.

Colar el caldo que contiene el caparazón y reservarlo para la receta de centolla rellena.

Partir el cuerpo en dos.

Limpiar la carne, eliminando las branquias y dejando solamente la parte blanca.

Después cada mitad en tres trozos, uno con una pata y los otros dos con dos patas.

Aquí hemos terminado la receta de la centolla cocida.
Ahora vamos con la receta de la CENTOLLA RELLENA, esta buenísima!!!!
Una centolla de 850g
Coral
El caldo del caparazón
1 cebolla pequeña (70g)
2 tomates raf (150g) (ó pera)
1 cucharada de mantequilla
1 cucharada de aceite de oliva 0,4º
3 cucharadas de tomate frito
Unas gotas de tabasco
1 ramita de perejil
Sal
Pimienta negra recién molida
Coñac
Una cucharadita de azúcar

Pochar la cebolla con el aceite y la mantequilla, a fuego mínimo durante 10 minutos.

Añadimos el tomate, también a cuadraditos, subimos un poco el fuego y dejamos cocer otros 5 minutos.

Incorporamos el tomate frito, perejil y las gotas de tabasco.
Probamos de sal y molemos un poco de pimienta negra.

Añadimos la carne de la centolla y el coral.

Con un tenedor vamos deshaciendo el coral.

Flambeamos con coñac.
Os explico mi manera de hacerlo: en un cazo pongo el coñac y lo caliento en el fuego (si no tenéis gas lo tendréis que hacer con un mechero). Cuando el cazo está caliente lo ladeo ligeramente para que el coñac entre en contacto con el fuego y se prenda.

Apagar el gas de la sartén que vamos a flambear, por seguridad de que no se nos prenda. Verter el coñac, encendido y dejar hasta que se apague sólo, de esta manera perderá el alcohol pero dejará todos los aromas.

Volver a encender el fuego. Añadir el caldo que hemos recogido del caparazón y dejar a fuego medio hasta que se vaya evaporando y consigamos una masa que no sea líquida. Retirar el perejil.

Introducir en el caparazón. Esto, bien tapado con film, lo podemos tener congelado.

En el momento de utilizarlo, descongelar, cubrir con pan rallado y meter en el horno a 220º, 7 minutos.
Aprovechar estas Navidades para hacerlo.
ESTA RIQUÍSIMO!!!!
Por cierto, se me había olvidado, la centolla la tenéis que encargar con antelación en la pescadería, no es fácil de encontrar.
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