INGREDIENTES:
- 500 g de caracoles de mar ( unos 50 pequeños )
- 100 g de mantequilla
- 2 dientes de ajo grandes
- 2 ramas de perejil
- Sal
- Pimienta negra recién molida
- Tomillo y romero
- Pan rallado
- Sal gruesa
Los caracoles de mar comestibles también son conocidos como canaillas.
Lo primero que vamos a hacer es ponerlas a remojo en agua con sal durante 1 hora para que suelten las impurezas. Enjuagar bien bajo el agua del grifo.
Poner una olla al fuego con suficiente agua para que cubra las canaillas. Añadir 70 g de sal por cada litro de agua, y las hierbas. Cuando el agua esté caliente añadirlas y dejar 20 minutos desde que comience a hervir.
Escurrir y dejar enfriar.
Limpiar el interior del caracol. Para ello sacar la carne pinchando con un pincho metálico ( los que se utilizan para comerlos). En la parte superior tienen una lámina dura que cortaremos con un cuchillo. Seguidamente eliminaremos la porquería de la parte inferior, dejando solo la parte comestible, la carne.
Salpimentar.
Poner las conchas en un bol con agua y dejar un rato a remojo. En ocasiones al sacar la carne se rompe parte de la porquería que queda en el interior. Revisarlas y si queda algo eliminarlo con ayuda de un palillo.
Sacar y colocar sobre papel de cocina, con la abertura hacia abajo, para que se escurran bien.
Mientras tanto vamos a hacer una mantequilla de ajo y perejil.
Sacar la mantequilla de la nevera un rato antes para que este blandita.
En un mortero majar los ajos pelados y las hojas de perejil. Que quede una pasta.
Añadir la mantequilla.
Mezclar bien con la maza hasta conseguir que la pasta sea homogénea.
Ya tenemos todo listo para rellenar los caracoles.
Primero poner un poco de pasta ( yo utilizo una cucharita de café ).
Colocar la carne en la misma posición que estaba de manera que la parte donde hemos cortado la parte dura quede arriba. Al introducir la carne arrastrará la pasta hacia el fondo.
Terminar con otra capa de pasta que la aplanamos para que cubra el orificio.
En una fuente de horno poner una capa de sal gruesa. La vamos a utilizar para sujetar nuestros caracoles y que no se muevan.
Colocar los caracoles con los pinchos clavados en la sal. Espolvorear con pan rallado y meter en el horno a gratinar 4 minutos, justo antes de servir.
Estos caracoles son laboriosos pero sin ninguna duda os los recomiendo. Los podéis hacer y congelar. Cuando los vayáis a utilizar, descongelarlos, colocar en la fuente de horno y espolvorear con el pan rallado.
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