Para hacer este acompañamiento sólo necesitamos patatas para freír y un poco de sal. Las cantidades dependerán de las raciones que queráis hacer.
Necesitamos un robot de cocina que nos corte las patatas en bastones muy finos. También podéis utilizar una mandolina.
Freír en abundante aceite, a temperatura no demasiado elevada. Si es freidora a 200º.
Escurrir sobre papel de cocina y conservar en una bolsa de plástico, una vez estén frías o se ablandarán. Cuando las vayamos a utilizar poner un poco de sal dentro de la bolsa y agitar con cuidado para que no se rompan.
Tienen esta gran ventaja ya que se pueden hacer con antelación y se conservan hasta una semana muy crujientes en la bolsa.