Una pregunta que se suele hacer mucho la gente es si los guisantes son una verdura o una legumbre. Pues son una legumbre y sus propiedades nutricionales son similares al resto de legumbres como garbanzos, alubias y lentejas.
Las legumbres son fundamentales en la dieta mediterránea y se deben consumir dos, tres veces por semana.
La temporada de guisantes frescos no es muy larga, dura solamente durante la primavera. Tenemos la suerte de poder encontrarlos durante todo el año congelados. Si la congelación se hace rápidamente después de su recoleccíón, no pierden propiedades.
Si los compráis frescos y muy tiernos, los podéis consumir crudos en ensaladas.
Entre sus propiedades nutricionales cabe destacar:
- Son muy ricos en fibra, por lo que favorecen el tránsito intestinal, y son muy saciantes por lo que se recomiendan en dietas de adelgazamiento
- Muy buenos para diabéticos, ya que a pesar de ser dulces, lo cual puede engañar, contienen pectina, una fibra soluble que ayuda a ralentizar la digestión y la absorción de azúcares, lo que ayuda al páncreas y a la producción de insulina
- Muy buenos para el corazón ya que son vasodilatadores
- Muy apreciados por personas vegetarianas por su contenido en proteínas vegetales y minerales como hierro, calcio, sodio, selenio, potasio y fósforo. Aunque la calidad de sus proteínas no es tan elevada como las de la carne, pescado o huevo, si los combinamos con arroz obtenemos un plato completísimo, proteínicamente como si nos hubiéramos comido una ración de carne. Además sus proteínas son mucho más fáciles de digerir que las de las lentejas o garbanzos
- 100 g de guisantes aportan el 10% del hierro que necesitan las mujeres y que es tan importante en periodos como gestación y menopausia. Además al contener ácido fólico y vitamina C, facilitan su absorción. Por tanto son muy recomendables en dietas para personas con anemia
Podríamos seguir pero vamos ya con la receta.
INGREDIENTES 2P:
- 300 g de guisantes congelados
- 2 lonchas de jamón serrano
- Media cebolla mediana
- 10 cucharadas de caldo de jamón, pollo o verduras ( si no tenéis tiempo para hacerlo y no tenéis reservas en el congelador, utilizar uno en tetra brik )
- 3 cucharadas de aceite de oliva 0,4º
- 8 hojas de menta
- 1/2 palo de canela
- Sal
La menta y canela son opcionales, si no tenéis no pasa nada.
Cortar la cebolla en juliana.
En una olla o sartén grande, donde nos vayan a caber los guisantes, pochar la cebolla con las 3 cucharadas de aceite y una pizca de sal. Cuando el aceite comience a chisporrotear, bajar el fuego al mínimo. Rehogar 10 minutos.
Mientras tanto cortar el jamón en tiras.
Añadir a la olla. 2 minutos a fuego medio – bajo.
Con la menta y la canela hacer como si fuera un bouquet garni, para que dejen el sabor pero que después nos sea fácil retirarlas.
Simplemente envolverlos en una gasa ( las estériles de farmacia ) y atar con hilo de cocina ( también os sirve hilo de ganchillo ).
Cuando ya tenemos bien rehogado el jamón con la cebolla….
….añadir los guisantes congelados. 4 minutos manteniendo el fuego.
Momento de incorporar el bouquet y el caldo. Tapar, bajar el fuego al mínimo, y dejar 5 minutos.
Retirar el bouquet y probar de sal. Se hace al final porque el jamón es salado y suelta mucha más sal al cocinarse.
BUEN PROVECHO Y A COMER!!!!!!
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