Vamos a hacer unas patatas bravas diferentes que seguro sorprenderán a vuestros comensales. Son más elaboradas pero ya veréis como vale la pena el esfuerzo.
Las cantidades son para 6 cilindros de patata.
Con la patata que nos sobra haremos un puré.
Bueno, adelante con la receta y lo entenderéis mejor.
900g de patatas blancas ( 3 grandes )
Lavamos las patatas y las ponemos a cocer, con piel, en agua con 2 cucharaditas de sal, durante 30 minutos, hasta que estén tiernas al pincharlas con un tenedor pero no demasiado blandas o se nos desarán.
Pelamos y cortamos los dos extremos para colocarlas de pie y que no se caigan. Con un cilindro metálico hacer tubos de patata.
Para ello colocar el cilindro sobre la patata y presionar.
Separar el resto de patata. .Todos estos restos no los tiréis!!!!!!! Hacer con ellos un puré de patata
Cortar el cilindro en dos ya que si queda mucha base de patata debajo del agujero donde irá la salsa, resultan muy mazacote y no se pueden comer de bocado.
En la parte superior hacer un agujero circular con un sacabolas ( es muy fácil de encontrar. Lo podéis comprar en cualquier tienda de cocina ).
Hacer salsa brava y rellenar una manga pastelera desechable.
Cerrar con una pinza y meter 10 minutos en la nevera para que se endurezca un poco.
Mientras tanto freír las patatas en la freidora o en una sartén con bastante aceite para que las cubra. Escurrir sobre papel de cocina.
Sacar la manga, cortar la punta y rellenar los agujeros. Terminar con unas escamas de sal.
Cocinando con Marieta 
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