El secreto, de ser una parte del cerdo no muy apreciada, ha pasado a ser una de las más valoradas en gastronomía.
Se encuentra entre la paletilla y la panceta. Su corte tiene forma de abanico y pesa unos 150 – 250 g. A la vista no resulta muy apetecible debido a su forma irregular y a la gran cantidad de vetas de grasa transversales que contiene. Esta grasa es precisamente la que hace que, solamente marcado a la plancha, resulte exquisito.
Puede ser de cerdo blanco o de cerdo ibérico. El ibérico es más caro, pero ya que es una pieza cuyo precio no es muy elevado, vale la pena.
Es una carne muy rica en ácidos grasos insaturados y se ha comprobado que su consumo moderado es muy beneficioso para el sistema cardiovascular.
INGREDIENTES 2P:
- 1 secreto de cerdo blanco de 250 g
- 2 cebollas dulces pequeñas
- 1 patata
- Medio vaso de cerveza
- Sal
- Pimienta negra recién molida
- 2 cucharadas de aceite de oliva 0,4º
Cortar la cebolla en juliana.
En una sartén con las dos cucharadas de aceite, poner la cebolla. Salpimentar.
5 minutos con el fuego al mínimo.
Añadir la cerveza. Subir el fuego para que se evapore el alcohol durante 5 minutos. Volver a bajar el fuego al mínimo, y dejar 15 minutos más. Ir moviendo de vez en cuando. Reservar.
Con la patata, hacer patatas paja.
Cortar el secreto en cuatro partes.
En una plancha o sartén, sin nada de aceite, dorar el secreto, previamente salpimentado, por los dos lados. El fuego tiene que estar al máximo y cuando la sartén esté bien caliente, añadir la carne.
Hacerla bien por ambos lados. La carne de cerdo, por lo menos para mí, esta más buena bien hecha, pero tampoco os paséis o se quedará muy seca.
Servir el secreto sobre la cebolla y acompañar con las patatas.
Cocinando con Marieta 
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